03 julio, 2011

La hora de los comuneros Por Demián Verduga

Dentro de 7 días se elegirán por primera vez autoridades comunales porteñas. Candidatos de todos los partidos debaten sobre el presente y el futuro de la descentralización.
La disputa por la Jefatura porteña, el enigma que rondó la definición de las candidaturas en todos los partidos, los dirigentes que coquetearon durante meses con competir a nivel nacional y luego se decidieron por la Ciudad: estos hechos, entre otros, dejaron detrás de un velo un dato trascendente, el nacimiento de las 15 comunas en las que se dividirá la Ciudad de Buenos Aires. Sucederá el próximo 10 de julio, cuando se elijan autoridades comunales por primera vez. ¿Qué rol tuvieron (y tienen) los comuneros en la campaña electoral? ¿Cómo imaginan el vínculo con los vecinos y el funcionamiento de las comunas? ¿Hasta qué punto los porteños tienen interés por las comunas? Con estas y otras preguntas, Miradas al Sur habló con candidatos a la Junta Comunal –a quienes todos se refieren como “comuneros”– de distintas fuerzas políticas.

En el territorio. Gabriela Castillo es candidata del FpV en la comuna 2: “Nosotros trabajamos en el territorio y conocemos los pequeños problemas de cada cuadra”. Subrayó que eso les permite “hacer una campaña focalizada hablando de problemas muy concretos”.
Otro dato singular, según Victoria Roldán Méndez, candidata del PRO en la 13, es la reacción de los vecinos cuando se enteran que están hablando con alguien del barrio: “Se produce una cercanía distinta. Los comuneros competimos en la misma comuna en la que vivimos. La gente cambia de actitud al enterarse de eso”.
Paula Resels compite por Proyecto Sur en la comuna 11 y tuvo una visión bastante más escéptica sobre la actitud de los vecinos: “Es cierto que cuando la gente se entera de qué se trata la comuna, su predisposición cambia. Pero la cuestión es que cuando estás volanteando se detiene uno cada tanto y sólo con ése se puede hablar”.
Las palabras de Resels dispararon dos interrogantes: 1) ¿Hasta qué punto los porteños saben sobre la existencia de las comunas? Y 2) ¿hasta qué punto les interesa participar? “El desconocimiento todavía es muy grande –sostuvo Castillo–. Hay mucha gente que ni siquiera tiene idea de qué se tratan las comunas y las confunden con los Cgps”. Castillo agregó que es importante difundir la capacidad de acción que tendrán. En cuanto a la visión sobre el desconocimiento ciudadano en relación a las comunas fue menos tajante: “Me parece que hay gente que sabe y otra que no”. Luego agregó que “como en cualquier cosa nueva tomará un tiempo para que la gente se acostumbre”.
La última frase de Roldán permitió un contrapunto con Resels. La comunera de Proyecto Sur dijo: “Es cierto que hace falta tiempo, pero también la voluntad política para difundir y el Gobierno de la Ciudad no la tiene”. Roldán –que es del PRO– le respondió: “Hay concejos consultivos que están funcionando hace más de un año para que los vecinos ejerciten”. Y Resels cantó vale cuatro: “Un par de esos preconcejos consultivos no reemplaza a la difusión masiva”.
Un párrafo para el lector que todavía no conozca del todo la diferencia entre los Cgps y las comunas: Los Cgps son sólo centros para trámites. Allí se puede desde pagar patentes hasta solicitar el certificado de convivencia. Las comunas (con la salvedad de que la ley aún no se reglamentó) se ocuparán del mantenimiento de las calles: iluminación, barrido, bacheo, limpieza. No tendrán bajo su área las avenidas, que quedarán para el gobierno central. Las comunas también se encargarán de la conservación de las plazas y espacios verdes de una extensión no mayor a una manzana. De los parques, que son más grandes, se encargará el gobierno municipal. Estas funciones no le impiden a la junta comunal tomar cualquier demanda sobre seguridad, salud o educación. La Ley 1777 les da atributos legislativos. Un proyecto de ley presentado por el jefe comunal tiene el mismo peso legal que el de un legislador porteño. Y, además, la junta puede proponer decretos ley para que el Ejecutivo simplemente los firme y comiencen a aplicarse.
El concejo. Otra pata fundamental son los concejos consultivos y su función. Se trata de grupos formados por los vecinos que se reunirán periódicamente con los siete miembros de la junta comunal. Allí plantearán las problemáticas del barrio y revisarán la evolución de las soluciones. Los concejos no tienen carácter vinculante, es decir, su voto no tiene peso legal. Pero sí un enorme peso político. La ley de comunas obliga a los miembros de la junta comunal a reunirse periódicamente con el concejo consultivo de cada comuna.
Dicho esto, se puede retomar una pregunta de las formuladas más arriba y quedó sin responder: ¿hasta qué punto los porteños tienen vocación de participar? La percepción de las candidatas comuneras fue disímil. Castillo dijo: “Durante la campaña hemos visto que cuando la población conoce lo que se puede hacer se entusiasma”. Resels remarcó que le resulta difícil evaluar el interés. Retomó su argumento sobre el nivel de difusión. “Me parece que todavía no se informó bien al ciudadano, casi no hubo programas de televisión con comuneros debatiendo. Además, el Gobierno porteño no hizo difusión. Es difícil, en ese marco, evaluar el interés”. Roldán tuvo una evaluación diferente. Le dio menos peso a la difusión masiva y más al “trabajo de hormiga”. “La primera tarea –dijo– será la presentación de la junta comunal. La gente del barrio tiene que saber quiénes somos.” La candidata del PRO agregó que “eso será un trabajo de hormiga y ayudará a que la gente sepa que existe un concejo consultivo del que puede participar”.
La junta. La junta comunal estará integrada por siete miembros de todas las fuerzas políticas que consigan como mínimo un 3 por ciento de los votos en la comuna. Para repartir los escaños se utilizará el mismo sistema que en la Legislatura porteña y el Congreso Nacional. Una vez que se forme la junta, el sistema de decisión será parecido al de una comisión de la Cámara de Diputados. Se impone la mayoría simple y el voto del jefe vale doble. Si la elección en la comuna es pareja entre distintas fuerzas políticas, la integración de la junta también lo será.
Las candidatas se refirieron a esta característica. Roldán señaló que “vamos a estar obligados a los consensos para poder funcionar”. Agregó que “es importante que lo hagamos bien porque vamos a sentar las bases de los futuros gobiernos comunales”. Hablando de consensos, Castillo coincidió con la candidata del PRO: “En las juntas comunales una fuerza tendrá la mayoría, pero tendrá que acordar con las otras. Se puede parecer al funcionamiento de una comisión parlamentaria, pero sólo en parte”. Y marcó una diferencia nada sutil: “La junta también tiene funciones ejecutivas”. A modo de cierre, Castillo, teniendo en cuenta aquello de “del dicho al hecho hay mucho trecho”, reflexionó: “Hablar y escribir sobre la democracia participativa es una cosa, construirla es bastante más complejo”.
http://sur.elargentino.com/notas/la-hora-de-los-comuneros

No hay comentarios:

Publicar un comentario